Con colaboración de María Conchita González
Un total de 50 estudiantes becados internos de la UNAN-Managua, refuerzan los conocimientos de niños de diferentes barrios capitalinos, bajo el Programa de Tutoría que promueve la Organización El Niño y la Bola Nicaragua.
Son 60 niños y niñas de preescolar, primaria y secundaria los beneficiados con este programa de los barrios Nueva Vida, Jocote Dulce, Los Morales y Los Ladinos, de la comunidad Las Viudas, del distrito uno de Managua. El programa persigue colaborar con los padres de familia en el reforzamiento escolar de sus hijos.
“El Programa de Tutoría se mueve por voluntarios, actualmente cuenta con 50 jóvenes, los cuales son en su mayoría estudiantes becados internos de la UNAN-Managua que han egresado de sus carreras, pero continúan a pesar de estar envueltos en el campo laboral”, dijo Esmeralda Morales, coordinadora de los Programas El Niño y la Bola Nicaragua.
Las clases de reforzamiento se brindan los sábados de 9:00 a.m. a 11:00 a.m. en el barrio Los Morales, en la casa de don Luis Morales, un señor interesado en la iniciativa de estos jóvenes, quien no dudó en prestar su casa, así como las sillas y mesas, las cuales alquila para eventos, destacó Morales.
Previo a la mentoría, los voluntarios se reúnen en la oficina de la organización para coordinar la salida de los niños y dividir las tareas “un grupo se encarga de llevar y dejar a los niños hasta sus hogares al finalizar las clases; y otros de arreglar y limpiar el porche de la casa de don Luis Morales” afirmó la coordinadora de la organización.
“hace 4 años los padres nos decían que el estudio era una pérdida de tiempo inculcando en sus hijos el trabajo en acarreo de leña o construcción; a tal punto que te encontrabas a un adolescente y te expresaba su interés más por el dinero que por el estudio; pero esa mentalidad ha venido cambiando y el número de niños que asiste a las tutorías ha aumentado de 12 a 60, debido a la aceptación que se ha logrado con los padres de familia y ejemplo a seguir para la comunidad, por ser los voluntarios, estudiantes de escasos recursos y de diferentes departamentos de Nicaragua que a pesar de estar por varios meses lejos de su familia han culminado sus estudios y continúan aportando a la comunidad y desarrollo de su país con esta noble labor social”, destacó Morales.
En dos horas los tutores se encargan de hablar de valores y ayudar en las tareas a los niños y adolescentes. A los niños y niñas se les comparte útiles escolares durante la clase, “estas donaciones son recibidas de familiares, amigos y personas caritativas que interesados en esta iniciativa, brindan sus aportes”, dijo Morales.
“De mano en mano hemos ido formándonos y de mano en mano vamos llevando a los niños a las clases de reforzamiento escolar; y de un amigo a otro amigo van llegando los niños y los voluntarios”, afirmó Arely Jamileth López Arauz, estudiante de tercer año de la carrera de fisioterapia quien se integró a este Programa de Tutoría.
Las tutorías, han realizado charlas de lavado de mano, cepillado de diente, además de actividades conmemorativas para llevar alegría a los infantes, “este año queremos que los niños elaboren una carta y pidan que es lo que quieren para navidad y encontrar padrinos que lean la carta y que digan, yo quiero dar ese regalo”.
“Me involucré a esta iniciativa porque quería hacer algo en el que me sintiera útil, porque servir es algo que te deja enseñanza de vida, que aunque creas que das, recibes (…) me encantan los niños y trabajar con ellos, porque están llenos de energía, el abrazo de un niño te conecta con tus emociones, te distrae de tu estrés laboral o familiar. Al igual de poder trabajar con los voluntarios, encontrar en ellos buenos amigos, me gusta saber que están por puro corazón y están conectados con la misma visión”, manifestó López Arauz.
“Me enteré del programa de tutorías de la Organización El niño y la Bola por medio de un amigo; en ese entonces estaba en cuarto año de la carrera de Trabajo Social, la iniciativa me gusto porque estaban involucrados varios becados internos y como me encanta trabajar con niños no dudé en participar como tutor e implementar mis conocimientos de la carrera con la niñez”, expresó Marvin Antonio Ruiz Barraza.
Walter Alexander Ortiz egresado de la carrera de Arquitectura se unió al Programa de Tutoría desde el primer año de su carrera; hoy por hoy, organiza su tiempo para realizar sus asignaciones laborales y tener la oportunidad de dar clases a los niños; también explica que hacer este voluntariado le ha formado a nivel personal, destacando aspectos de puntualidad, solidaridad y compañerismo, “escuchar las historias de los niños han tocado mi corazón y me ha motivado a continuar en el programa para enseñar y apoyar a la organización en la recaudación de materiales educativos”.
El Programa de reforzamiento inició en 2012 en el barrio Los Morales, liderado desde el principio hasta la actualidad por becados internos de la UNAN-Managua pertenecientes de diferentes carreras: Arquitectura, Ingeniería Geológica, Ingenierías en Sistema, Ingeniería Geológica, Trabajo Social, Psicología, Derecho, Lengua y Literatura, Enfermería, Fisioterapia, Contaduría, Administración de Empresas, entre otras.
Como parte de la visión de la Organización El Niño y la Bola, los voluntarios se enfocan en empoderar a la comunidad en la importancia de la educación, mediante caminatas y visitas a los padres de familia para establecer relaciones de amistad, y afianzar el tema de las tutorías en sus hijos.
Augusto césar Artola habitante de la comunidad Los Ladinos y trabajador de la UNAN-Managua, comentó que la iniciativa que están desarrollando los jóvenes, ha servido para incentivar los valores en los niños; y motivar la enseñanza y aprendizaje, “mi hija desde que viene me enseña lo que ha aprendido, y ha mejorado bastante su comprensión de lectura y escritura”.
