El Espectador
La renovación del contrato del Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, desató un conflicto con Luis Almagro, secretario general de la OEA.
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, pidió poner de inmediato fin a este desacuerdo que, dice, daña a las dos instituciones. ¿Cuál es?
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que tiene como función principal promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en las Américas.
Paulo Abrao, de nacionalidad brasileña, se convirtió en el secretario ejecutivo de la CIDH en 2016, en reemplazo del mexicano Emilio Álvarez Icaza. Y su trabajo ha sido muy reconocido.
Abrau es reconocido por su amplia experiencia en los ámbitos de derechos humanos, políticas públicas, financieras y presupuestarias. Desde que llegó a la secretaría de la CIDH se distinguió por sus planes para modernizar la CIDH.
Especialmente jugó un papel relevante en la crisis en Nicaragua, donde centenares de personas murieron tras las protestas que estallaron en 2018 contra el Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega.
En esa instancia, la CIDH se convirtió en el organismo internacional de referencia con una misión en el terreno, que fue posteriormente expulsada del país centroamericano.
«Ha logrado enfrentar la grave crisis que vivió la institución y fortalecer la gestión institucional con sostenibilidad financiera e incremento de sus capacidades», informó el 10 de enero la Comisión, elogiando la gestión de Abrao a quien tendrían en el cargo cuatro años más.