Prof. Dr. Enrique Rimbaud
erimbaud@gmail.com
La ciencia, si bien es una disciplina férrea y con sus protocolos y reglamentos, es algo dinámico y cambiante, por lo que en la medida que avanza puede informar y luego desinformar, porque nuevos conocimientos van develando misterios que antes desconocíamos y/o no sabíamos…
Y en esto de la transmisión del Coronavirus o COVID-19 no es una excepción…
Comencemos a comprender el rol de los animales en la transmisión del coronavirus…
En el ciclo de estas enfermedades, entran sin duda los murciélagos, pero no como pensamos, que esto fue obra del consumo directo de estos animales por parte de la gente, los murciélagos no son afectados por los Coronavirus, pero, para el desarrollo de estos virus, se precisa que un murciélago contagie a otro mamífero, y este es el mamífero que infecta al hombre…
En el caso del SARS, COV-2, también provocado por un Coronavirus, en los años 2002 y 2003, este fue transmitido por el murciélago a la civeta (una especie de zorro cola pelada asiático), y esta contagió al hombre…
En el caso del MERS, EMC-12, causado por un Coronavirus en el año 2012 en Oriente Medio, este fue transmitido por los murciélagos a los camellos, y estos al hombre…
Pero, el COVID-19, siendo claro que lo transmiten los murciélagos, no se sabe aún cual es el otro mamífero infectado, por lo que es difícil intentar romper la cadena…
La diversidad de animales de toda especie, raza y color que consumen en los mercados de china hace muy difícil determinara cual es la especie transmisora o difusora, más allá que una vez infectado, el hombre desparrama y disemina el virus a diestra y siniestra, pero, precisamos ubicar la especie reservorio de la enfermedad para no volver a adquirirla…
Hasta ahora, los científicos han hecho pruebas con gatos y hurones, determinando que estos pueden adquirir la enfermedad del hombre y transmitirla entre animales de su misma especie, sin afectarse, pero no se ha podido comprobar que estos vuelvan a retransmitir al hombre.
Hasta un tigre del zoológico de Nueva York salió bailando, encontrándolo contagiado de COVID-19 pero asintomático.
Los perros se han estudiado intensamente, sin poder demostrar nada, aunque la OMS acaba de sacar un comunicado de que la gente se abstenga de mantener contacto con mascotas de personas afectadas por la enfermedad, pero son solo medidas de prevención sin base científica aún.
No podemos afirmar que el perro o el gato no tengan un rol en la transmisión de la enfermedad, no podemos afirmarlo, ni contradecirlo, solo la ciencia nos dirá su ultimo dictamen, mientras, de quienes tenemos que preocuparnos no es de nuestras mascotas, sino de nosotros mismos, el hombre es la principal fuente de contagio, hoy y siempre.